martes, 28 de mayo de 2019

jury final taller p4

En el estudio de Joaquín Vaquero Ibáñez (Cleverteck) pudimos disfrutar el pasado 24 de mayo del jury final de nuestro taller de proyectos 4. Acompañados también de Natalia Domínguez, arquitecta colaboradora habitual de nuestros talleres, los alumnos pudieron mostrar y explicar sus proyectos por vez primera a personas que han estado ajenas a sus procesos creativos... pero, ¿fueron realmente capaces de hacerlo?...

No es fácil, es indudable, disponiendo de poco tiempo y material muy concreto, comunicar el trabajo de todo un cuatrimestre y ser capaces de ser claros y precisos. Pero esta tarea se supone parte esencial de todo arquitecto hoy en día, como muy bien insitió JVI. Y el problema no sólo es de expresión verbal, lo cual ya es en sí grave, sino, sobre todo, que los dibujos y planos muchas veces eran difícilmente comprensibles hasta para personas habituadas a su lectura.







Curiosamente, tal y como comentó ND, muchas veces resultaban más claros los documentos de sección que los de planta, lo cual introduce una cierta confusión pues, si bien la sección suele referirse más al sistema espacial, lo cual es fundamental en toda arquitectura, la planta es el documento que con mayor rigor ha de mostrarnos la organización programática y funcional. Es verdad que el nivel de expresión gráfico y compositivo fue varias veces ensalzado por JVI + ND, pero también es cierto que todo documento de arquitectura ha de ser capaz de comunicar con precisión lo que el proceso creativo del proyecto está desvelando.

Los planos de arquitectura tienen un lenguaje, una codificación concreta, que cuando están bien expresados y notificados se convierten en auténticos comunicadores del pensamiento del arquitecto hacia su cliente. Son esencialmente documentos de información, con múltiples posibles lecturas, sí, pero legibles y rigurosos al mismo tiempo.






Por otra parte, fue muy alabada la pérdida de miedo a la escala, la estimulante experimentación del taller y la libre expresión de la imaginación. Un alumno de arquitectura ha de lograr ser creativo, imaginativo, propositivo y a la vez hábil comunicador, riguroso y certero en sus documentos gráficos, audiovisuales y modelísticos, físicos y/o viertuales. Nuestra tarea no es instalarnos en una torre de marfil desde la que orgullasamente podamos contemplar el mundo sino la de bajar a ras de suelo y tratar modestamente de transformar nuestro entorno, sin preocuparnos más que de ser catalizadores de emociones y experiencias espaciales que hagan que los demás perciban lo que desde nuestra imaginación hemos soñado.











Os animamos a que sigáis en esta ruta apenas iniciada de observación, experimentación, prueba y error y de copia de la buena arquitectura y de las buenas referencias, como tanto insistió JVI.Y a que siempre seáis críticos con lo que hagáis y veáis para mejorar en lo que podáis.


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